El que no me lo adivine...

Sabemos que México tiene el estigma de ser un pueblo flojo, donde todos usamos zarapes y cuando cantamos lo hacemos ahogados en alcohol y con una guitarra en la mano, muchos de los que lean este artículo no me van a dejar mentir y saltarán al unísono diciendo “nosotros no somos un pueblo flojo, somos creativos y prácticos”, por otro lado algunos ni siquiera saben lo que es un zarape,y no faltara el que mencione “¿yo tocar borracho?”, y el alcohol mejor ni mencionarlo, porque ese si lo conoces.
Bueno de estos estigmas podemos escapar fácilmente, pero ¿del estigma de “pueblo corrupto”?, ¿cómo escapamos del estigma de “corruptos” si figuramos en la lista de principales países a nivel mundial con mayor índice de corrupción? A ver quién mete la mano al fuego por nuestros políticos, por la PGR, por nuestro querido sistema de Policía y sobre todo por nuestros amables, serviciales y queridos Tránsitos.
Porque también a los tránsitos les ha pegado la corrupción, una investigación de un periódico reconocido en Monterrey ha dado con el origen de tan afamada frase “¿y cómo le ayudo joven?” resulta que los jefes de tránsito le piden una cantidad semanal fija, algo así como la cuota de la semana, misma que sale de las “mordidas” recibidas, pero ahí no queda la cadenita ya que los jefes de tránsito son a su vez presionados por sus jefes y los jefes por los jefes y así llegando a altos funcionarios, así que a nosotros sólo nos toca el “achichincle” del “achichincle” del “achichincle”. Por lo que ahora debemos sentir pena por el agente de tránsito que nos para sin haber cometido infracción alguna y dejar que nos ayude a cambio de cierto estímulo monetario porque podría al final de la semana perder su trabajo si no cumple con su cuota semanal, ¿es eso acaso lo que nos quieren decir?, ¿qué apoyemos a los tránsitos que “sólo cumplen con su deber”?
El punto es que todo este análisis surgió debido a una anécdota de un amigo que vino de visita a la ciudad y fue víctima de la corrupción de nuestro cuerpo de tránsito, debido a que no conoce el reglamento vial fue detenido por una infracción, pero su sorpresa fue mayor cuando el agente le “ayudó” a resolver el problema, pero no sólo eso sino que además le dio cambio por la significante mordida que había recibido, así es señores mi amigo recibió $100.00 de cambio para poder comer, que ironía, una cosa es que te pidan mordida y otra que además de todo se den el lujo de darte cambio, que razón tenía Buñuel al decir que México es el país Surrealista por excelencia.
p.d. Nuevo León en el Top Five de corrupción... (El Norte 16 de febrero de 2006)

Comentarios

Juan K Manei dijo…
Yo soy ese amigo, y de verdad está la cosa tal cual la planteas, no hay nada más surrealista. Me encantó como lo manejaste, aun me duelen los cuatrocientos pesos que (yo tambien corrupto)le di. Saludos
Carmen Lazalde dijo…
te adoro!!!!!!!!!! gracias por leer conmigo las reflexiones y por quedarte despierto haciendo funcionar mi ratoncito arreglando el mundo...

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