Nací y viví en Oaxaca, recuerdo con orgullo mi pueblo, mi historia y mis tradiciones, con el tiempo emigré y ahora que he crecido me doy cuenta que las cosas no son como se ven. El brillo del chocolate, el mole negro, el pan de muerto, los chapulines, el tamal en hoja de plátano, las ruinas de Monte Albán y las grecas de Mitla quedan opacados ante una tradición Oaxaqueña, oculta ante el resto de la Nación hasta hace poco tiempo: el paro de los Maestros. Siempre apacible y olorosa, eran sólo unos días más de vacaciones, pero ya no se trata del paro típico de Maestros, del plantón frente a Palacio, de las caminatas hasta la Cuidad de México, ahora se trata de una lucha de poder y en esta lucha de poder existen tres jugadores, el Gobierno, los Maestros y la APO (Asamblea Popular de Oaxaca). Todo lo que inició con el Movimiento Magisterial se destruyó ante una sola primicia: “Fuera Ulises”, ya no son los Maestros los reyes del juego, los movimientos se han hecho, ahora es la APO la que va ...
Comentarios
los primeros 3 meses son los mas dificiles...
ahora aguantalo minimo 3 años.
cuesta trabajo, lo se... pero vale la pena