He cambiado el diván por la pintura, las letras por las formas retraídas de mi mente, me he vuelto cada día más visual y trato de expresar mis sentimientos en el lienzo, no explico más que con palabras, no pienso más que con imágenes, no imagino mi vida sin un pincel igual que no la imagino sin el comentario certero que de vez en cuando mi mente hilvana en mi interior, lo suelta y retumba, esa pequeña voz que escuchas en la lejanía, me estoy fundiendo en una ecuación matemática y me gusta. El infinito es más que sólo materia y esperar.